Eduardo Álvarez Aznar en salto y Francisco Gaviño en completo han conseguido que España pueda competir individualmente en Tokio. Es cierto que por reglamento la plaza es de su país y puede por tanto la RFHE seleccionar al que crea conveniente y tenga el requisito FEI para poderlo hacer.

Es una disposición reglamentaria lógica sobre todo para no perder plaza por indisposición o del jinete o del caballo (ojalá no ocurra). Pero ambos jinetes lo han conseguido exclusivamente con su esfuerzo, planificación y la ayuda de todo tipo de su entorno.

Comprensiblemente la RFHE con personas ecuánimes lo tendrán en cuenta. No pueden otros tener protagonismo en lo que nada han tenido que ver, ni aprovechar la situación para viajar hasta Japón y gastar dinero público cuando además en la gran mayoría de los concursos que lo consiguieron no asistieron (sería un protocolo abusivo). Y sobre todo el depredador de la prensa libre  y los atentados evidentes contra la libertad de expresión, y que tan mala suerte como actuación llevó a los JJ.OO de Río.

Todos, y más si cabe sus compañeros, debemos agradecerles llevar nuestos colores a tan importante evento. Ya dijo el avilesino Sergio Álvarez Moya en unas declaraciones en una entrevista de un medio ecuestre español, sobre que “Eduardo es el que se lo merece y yo solo iría en caso de que por alguna causa justificada no pudiera asistir”, Connotaciones  ejemplares y contundentes que le engrandecen (ya lo es como competidor).